ESTRUCTURA DE LA TIERRA
La corteza del planeta Tierra está formada por placas que flotan
sobre el manto, una capa de materiales calientes y pastosos que, a
veces, salen por una grieta formando volcanes.
La densidad y la presión aumentan hacia el centro de la Tierra. En el
núcleo están los materiales más pesados, los metales. El calor los
mantiene en estado líquido, con fuertes movimientos. El núcleo interno
es sólido.
Las fuerzas internas de la Tierra se notan en el exterior. Los
movimientos rápidos originan terremotos. Los lentos forman plegamientos,
como los que crearon las montañas.
El rápido movimiento rotatorio y el núcleo metálico generan un campo
magnético que, junto a la atmosfera, nos protege de las radiaciones
nocivas del Sol y de las otras estrellas.
Capas de la Tierra
Atmósfera: Es la cubierta gaseosa que rodea el cuerpo sólido
del planeta. Tiene un grosor de más de 1.100 km, aunque la mitad de su
masa se concentra en los 5,6 km más bajos.
Hidrosfera: Se compone principalmente de océanos, pero en
sentido estricto comprende todas las superficies acuáticas del mundo,
como mares interiores, lagos, ríos y aguas subterráneas. La profundidad
media de los océanos es de 3.794 m, más de cinco veces la altura media
de los continentes.
Litosfera: Compuesta sobre todo por la corteza terrestre, se
extiende hasta los 100 km de profundidad. Las rocas de la litosfera
tienen una densidad media de 2,7 veces la del agua y se componen casi
por completo de 11 elementos, que juntos forman el 99,5% de su masa. El
más abundante es el oxígeno, seguido por el silicio, aluminio, hierro,
calcio, sodio, potasio, magnesio, titanio, hidrógeno y fósforo. Además,
aparecen otros 11 elementos en cantidades menores del 0,1: carbono,
manganeso, azufre, bario, cloro, cromo, flúor, circonio, níquel,
estroncio y vanadio. Los elementos están presentes en la litosfera casi
por completo en forma de compuestos más que en su estado libre.
La litosfera comprende dos capas, la corteza y el manto superior, que
se dividen en unas doce placas tectónicas rígidas. El manto superior
está separado de la corteza por una discontinuidad sísmica, la
discontinuidad de Mohorovicic, y del manto inferior por una zona débil
conocida como astenosfera. Las rocas plásticas y parcialmente fundidas
de la astenosfera, de 100 km de grosor, permiten a los continentes
trasladarse por la superficie terrestre y a los océanos abrirse y
cerrarse.
Manto: Se extiende desde la base de la corteza hasta una
profundidad de unos 2.900 km. Excepto en la zona conocida como
astenosfera, es sólido y su densidad, que aumenta con la profundidad,
oscila de 3,3 a 6. El manto superior se compone de hierro y silicatos de
magnesio como el olivino y el inferior de una mezcla de óxidos de
magnesio, hierro y silicio.
Núcleo: Tiene una capa exterior de unos 2.225 km de grosor con
una densidad relativa media de 10 Kg por metro cúbico. Esta capa es
probablemente rígida, su superficie exterior tiene depresiones y picos.
Por el contrario, el núcleo interior, cuyo radio es de unos 1.275 km, es
sólido. Ambas capas del núcleo se componen de hierro con un pequeño
porcentaje de níquel y de otros elementos. Las temperaturas del núcleo
interior pueden llegar a los 6.650 °C y su densidad media es de 13. Su
presión (medida en GigaPascal, GPa) es millones de veces la presión en
la superficie.
El núcleo interno irradia continuamente un calor intenso hacia
afuera, a través de las diversas capas concéntricas que forman la
porción sólida del planeta. La fuente de este calor es la energía
liberada por la desintegración del uranio y otros elementos radiactivos.
Las corrientes de convección dentro del manto trasladan la mayor parte
de la energía térmica de la Tierra hasta la superficie.
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